Tras el último taller he pedido a Aline que conteste a algunas preguntas para que la conozcamos un poquito.
¿Por qué has decidido a dedicarte a las dietas controladas?
Siempre me ha gustado el tema de la nutrición y a pesar de que no me gustaba comer cuando era niña, siempre me llamó la atención el hecho de que tengamos que hacerlo para poder seguir viviendo. Parece algo obvio ¿verdad? Pero no lo es tanto cuando lo indagas a fondo el asunto y fue ahí cuando me encontré con que a veces tienes que no comer ciertas cosas, para seguir viviendo y desde entonces me dedico a las dietas controladas, ya que sin duda alguna son mucho más interesantes que la nutrición convencional o al menos esto me parece.
¿Te resulta difícil elaborar platos nuevos para dietas restringidas en proteína?
Claro que sí, todas las dietas restringidas, son difíciles de elaborar ya sea baja en proteína, baja en azúcar, libre de gluten, etc. Ten en cuenta que hay muchos alimentos casi imprescindibles en la cocina, para muchos chefs, que en muchos casos no podrán ser utilizados en una dieta restringida.
Siempre digo que, no es igual correr con las dos piernas sanas, a tener que correr con la ayuda de una muleta y medio cojo. Pues lo mismo pasa en este tipo de cocina.
¿Hay algo en particular que te resulte especialmente difícil?
Sí, todos los productos panificables son harto difíciles de preparar. Sin embargo, tengo muchas recetas de panes y bollos que me quedan muy bien. Espero tener la oportunidad de enseñaros.
¿Tienes algún producto preferido para emplearlo en tus recetas?
No es que sea el preferido, pero sí lo empleo en muchas recetas baja en proteína. Es el agar-agar
¿Cómo crees que se debe llevar una dieta variada en este tipo de patologías?
Como suelen decir: “no hay mal que por bien no venga”. No pretendo ser cruel recordando este refrán. Simplemente quiero decir que cuando se tiene un problema de salud de este calibre hay que mirar por el lado bueno. Simplemente porque no queda otra opción, ya que lamentarse no es la solución. Así que, aprendamos a sacar provecho de las frutas y verduras que nos hace mucha falta ya que muchos jóvenes ni siquiera la catan. Pero si uno está harto de comer siempre las mismas frutas y verduras, un día tras otro, entonces pongámonos a aprender a cocinar bajo en proteína, puesto que el saber no ocupa lugar y vendrá, a todos sin excepción, como anillo al dedo.