Animada por el descubrimiento de la papilla baja en proteinas en España, os presento la siguiente receta. Es muy laboriosa, pero os aseguro que es la mejor tarta que he comido jamás, y ya son muchos años de cata de dulces PKU.
Ingredientes:
800 gr de calabaza pelada (es mejor usar una variedad poco jugosa, por ejemplo la Hokkaido)
50 gr de mantequilla
150 gr de azúcar
50g gr de harina baja en proteina
100 gr de papilla baja en proteina (he usado la de metaX, en España está más disponible la de Taranis)
8 cucharaditas de sustituto de huevo (he usado la marca Balviten, supongo que otras también valdrán)
1 cucharada de miel
75 ml de nata (agria) de 30%
1,5 cucharadita de bicarbonato sódico
zumo de media naranja (pequeña)
1/2 cucharadita de ralladura de limón
1 esencia de naranja
canela y jengibre a gusto
Elaboración:
- La primera etapa es la más laboriosa. Cortamos la calabaza en trozos pequeños, echamos el zumo de naranja y cocemos a fuego lento y removiendo muy a menudo, pues se quema con facilidad. Cuando esté blanda, la licuamos o batimos hasta conseguir una masa homogénea.
(una madre sencillamente metió la calabaza al horno y la roció con zumo de naranja. Puede ser una manera más fácil de hacerlo, pero no lo he probado) - A la masa caliente añadimos azúcar, miel, mantequilla y ralladura de naranja. Dejamos que se enfríe.
- En un vaso y medio de agua batimos el sustituto del huevo. Batiendo todo el tiempo añadimos nata poco a poco.
- Mezclamos el batido con la masa de calabaza, añadimos harina, papilla bajas en proteina y bicarbonato sódico. Luego an las especias y la esencia. Seguimos mezclando hasta conseguir una masa homogenea.
- Vertemos todo en un molde de tarta (yo usé una de 26cm de diametro). La horneamos durante 55 min a 180ºC. Después dejamos 5 minutos más en el horno antes de abrir la puerta.
- Dejamos enfriar, luego metemos en el frigorífico para que cuaje del todo (no se puede comer nada más sacar del horno, porque la consistencia es todavía demasiado papilla. Hay que esperar.Desgraciadamente)
